sábado, 19 de marzo de 2011

Casibesos





Este relato lo escribí y luego se lo pasé a una amiga y ella lo reescribió añadiendo y modificando cosillas por aquí y por allá. Espero que os guste y un beso a Lola por este experimento que hemos hecho.


Estaba nervioso, no mucho, pero un poco sí. Después de haber visto las fotos y escuchar la voz dulce y a la vez apasionada de Luz, me hubiese sido difícil negar que si lo estaba.
No era la primera vez que tenía una cita a ciegas pero no dejaba de pensar en el día en el que por fin nos veríamos, que hablaríamos, que haríamos, no sé...mil cosas a la vez. Y por supuesto en su cuerpo, en sus pechos, en sus piernas y si su piel sería tan suave como parecía. Pero sobretodo si tendría la oportunidad de besar esos labios que pedían a gritos en mi imaginación ser besados por mí.

Y el día de vernos llegó, era 
una tarde preciosa de primavera y mientras yo la estaba esperando de repente alguien me tocó por la espalda, me giré y me preguntó: "Carlos? eres tú? soy Luz", inmediatamente reconocí su voz, era ella, y como su nombre indica cuando me volví toda ella iluminó mi cara, era encantadora, nos presentamos entre risas, nos dimos los típicos dos besos y ohhhhhhhh, desprendía un aroma que no se parecia a ningún otro perfume que hubiera olido antes, era una mezcla de flores del campo..... no sé......

jazmines, amapolas.....era como ella, especial.


Entonces sin mas preambulos nos fuimos a tomar algo y a conocernos un poquito mejor, fuimos a un lugar cercano de estilo árabe, dónde los sofás son como cojines enormes, de esa forma la cercanía sería más propicia, ¡DIOS! que ganas tenía de tocarle, de rozarla.........., pero..........tenía que controlarme, nos sentamos uno en frente del otro, empezamos a explicarnos cosas el uno del otro, a coquetear un poquito, hasta que me miro con sus enormes ojos fijamente y agarro un hielo de mi bebida, primero se lo pasó por sus labios y a continuación lo usó conmigo, primero me lanzó unas gotitas, despues se acercó un poco más y me acarició el cuello, uffffffffffffff la verdad es que estaba frio, pero me encantó, me puso el vello de punta, y después me levantó la camiseta y me lo pasó haciendo circulitos alrededor de mi ombligo, a continuación y sin quitarme la mirada de los ojos en ningun momento, se lo comió, todo era un juego y ahora me tocaba a mi.


Le susurré al oido que cerrara los ojos y pusiera su preciosa cabecita hacia atrás, entonces me coloqué detrás de ella y empecé a masajearla con las yemas de mis dedos por su cuero cabelludo, suavemente pero firme a la vez y lentamente subiendo mis manos hasta las sienes, provocandole una especie de relajacion, pero eso si, la justa para mantenerla en alerta, caliente.... entonces con solo un dedo comencé a acariciar su frente, su nariz, sus labios....... tan deseados por mí......., continué las caricias por el cuello, los brazos .....en ese momento fue a ella a la que se erizó el vello.


Entonces la hice girar y mientras lo hacía acerqué mis labios a sus labios, pero esperando a que pudiera ver mis ojos y yo suyos. Vi su asombro en ellos pero inmediatamente ese asombro se convirtió en deseo.

Mientras nuestros labios se acercaban y nuestra mirada ardía de deseo, mientras experimentábamos ese momento indescriptible, imposible de repetir, vi algo en los ojos de ella, un pequeño destello, tras lo cual se apartó y puso un dedo en mis labios.

"Shhhhh, se me ha ocurrido una idea. Podríamos besarnos ahora, y estaría muy bien, te deseo y necesito el contacto de tus labios en los míos, pero lo vamos a hacer mejor. Para que veas que soy buena te propongo dos alternativas:

1. Besarnos ahora y dejarnos llevar luego a lo que nos apetezca. Seguro que lo podemos pasar muy bien.

2. Casi besarnos 3 veces (una ya la hicimos) y no besarnos realmente hasta la cuarta. Pero no aquí, ni en el mismo sitio. Me llevarás en tu moto a tres sitios más y en cada uno de los sitios menos el último nos casi besaremos. Con cada casibeso nuestro deseo aumentará y aumentará y cuando realmente lo hagamos será memorable. Es muy importante el autocontrol en esto y para que funcione hemos de jurarnos que si nos besamos antes de tiempo no habrá nada más luego.

Así pues, cual eliges?"

"Sabes que aunque me muera ahora mismo por tenerte, por sentir tus labios, no me has dejado realmente opción, una oferta tan irresistible como la segunda es algo que no se puede rechazar. Deseo jugar, deseo que casi me beses hasta que no pueda más. Y juro que si no me puedo controlar no habrá nada más"

"Perfecto" dijo cogiéndome de la mano llevándome hacía la salida del bar, con muchas ganas de empezar el juego. "Tú llevas la moto, tú escoges los sitios".

Una vez en mi moto, una 600, todavía no sabía dónde ir, así que empecé a conducir sin rumbo mientras pensaba, mientras ella se agarraba fuertemente a mi. Ahora sí estaba nervioso, anhelando el siguiente casi beso...



Poco me duró vagar sin rumbo, iba a apostar fuerte para el primer sitio, sería la plaza Catalunya, la plaza más importante de Barcelona, justo en medio, dónde todo el mundo nos viese. Así que después de 10 minutos llevamos, aparqué la moto y de la mano la llevé hasta el mismo centro. Cuando llegamos nos colocamos a cinco metros el uno del otro, nos quedamos mirándonos durante un minuto, se me hizo eterno, lo de alrededor no importaba, aquella muñequita me tenia descolocado y mi entrepierna parecia reventar, entonces nos empezamos a acercar, pero lentamente, cuatro metros, tres metros, dos metros, un metro, tenia ser sutil, pero su aroma, sus pechos, pufffffffff medio metro, 25 centimetros, 10 centimetros, sólo tenia que inclinar la cabeza y nuestros labios estarián tan cerca.............., pero no, le acaricie la cara y estuvimos a un centímetro y entonces la besé en la nariz, tortura? puede, pero no era el momento.


Ella con su preciosa sonrisa,me cogió de la mano me dijo............ "chico malo", a donde vamos a ahora?, 


Sólo faltaban dos sitios, y el tercero ya sabía cual iba a ser. Pero a dónde podría ir ahora? Le dije sube y nos fuimos a la playa, a la Barceloneta. Y mientras íbamos de esa forma note como Luz estaba excitada, se pegaba mucho a mi y a la vez me rodeaba con sus brazos mi cintura y mi pecho, ademas en alguna que otra frenada se agarraba a mis piernas, con subidas y bajadas, de casi mis rodillas a mis inglés,ufffffffffffffffff era tan tan dulce y pasional a la vez que me estaba volviendo loco.


Cuando llegamos a la playa el mar estaba calmado, así que nos quitamos los zapatos y nos remangamos los pantalones para pasear por la orilla, quizás fue una forma de de calmar los instintos, ella hablaba mientras los últimos rayos de Sol envolvían su cuerpo y dejaban al tras luz de su blusa poder adivinar dos magnificos pechos. 


No hacía calor pero no teníamos frío. Esta vez nos dimos de la mano y estuvimos un rato mirando al horizonte, mientras de tanto en tanto mirábamos de reojo al otro, como esperando a su acercamiento. Nos acercamos todavía de lado, apoyando nuestra cabeza en la del otro luego empezamos a girarla lentamente, mejilla contra mejilla, hasta acercarse peligrosamente nuestros labios. Esta vez nuestro autocontrol falló, el anhelo por besarnos era demasiado grande. Tal vez prefería besarla ya y que luego no pasara nada más. Necesitaba sentir su boca, su calor y su lengua. Necesitaba sentir su deseo por mi.

Sólo la suerte nos salvó, ya que justo en ese momento una ola más grande que todas las anteriores llegó a nosotros y nos mojó hasta más allá de las rodillas. Podíamos seguir jugando.



Aún así mi fiebre y el evidente hinchazón de había entre mis piernas no bajaba de ninguna manera, fuimos hacia la moto y le dije ¡de esta no te escapas!!!!!!!!!! y ella sonriente dijo, ¿a dónde me llevas?, dame una pista!!, y yo le contesté, al Laberinto de Horta, uno muy famoso de Barcelona, ya verás jugaremos un poquito y será divertido.


Tardamos unos veinte minutos en llegar, veinte minutos excitantes, deseados, deseando de llegar para saber que pasaría, no sé.........., ella no paraba de acercase a mi y yo la deseaba, sobre todo porque el juego era no besarse, en fin, llegamos al Laberinto, y como explicarlo, es uno de esos lugares que me encanta, con jardines, fuentes, plantas y flores, pero de noche era distinto, parecia mágico, no es muy grande, pero si lo suficiente para perderse durante unos minutos si no lo conoces (la idea era esa).


Entonces le propuse un juego, ella entraría por la salida y yo por la entrada, el punto de encuentro sería el centro, había que darse prisa el ansiado beso me esperaba.


Reconozco que yo había ido varias veces, pero no encontraba el centro y además ya habían apagado varias farolas, sólo había la tenue luz de la Luna, entonces empecé a correr de un lado para otro, la busqué y no la encontraba, opté por retroceder, me caí y cuando ya pensaba que se había ido apareció una sombra que se abalanzó hacía mí, ¡¡¡DIOS!!!, era ella, empezamos a besarnos sin decirnos nada, todo fue muy rápido, me besó como si no hubiera un mañana, realmente estábamos excitadísimos, mi polla estaba tan dura que si tardaba un poco más en desabrocharme los pantalones lo hubiera hecho yo mismo, al mismo tiempo se los quite yo a ella, se deslizaron por aquellos muslos sedosos............... le levante la blusa y le lami los pechos, Diosssssssssssss aquellas tetas sabian a miel, eran un manjar digno de dioses, no se como lo hizo pero entonces bajo su cabeza y continuamos besandonos cuando escuchamos la voz de los vigilantes anunciando que ya cerraban, nos miramos y me susurró al oído que se lo hiciera, yo le pasé los dedos en su chochito, umhhhhhhhhhh, y comprobé que estaba caliente y mojado, así que le bajé sus braguitas, la agarré con las piernas abiertas y al abrazarla la apoyé contra un arbol, lo cierto es que fue una armonía indescriptible, cuando introduje mi polla en su cueva caliente y suave mientras nuestras lenguas se entrelazaban entre sí, uffffffffffffffffffff y el vaiven mientras me agarraba a sus nalgas, y sus pechos.................. y los guardias.........., al final en un suspiro de satisfacción se desplomó, y a los dos segundos a mi me pasó lo mismo.


Nos quedamos quietos abrazados de pie apoyados en aquel árbol, cuando volvimos a oir a los guardias, corriendo entre sudor y risas, nos vestimos como pudimos y salimos de alli. Luz me miró a los ojos y me dijo:
Ahora mando yo, vamos a ir mi casa, que me debes unas cuantas caricias y besos de verdad.................... por hoy ya hubo suficiente CASI BESOS.


Si os ha gustado dejadme un comentario, Venus y yo os lo agradeceremos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Dejándome llevar

Continuación del relato de la oficinista y el aguador. Si no lo has leído es mejor que te lo leas antes que el relato a continuación.

"Mamá, mamá! Estás bien? Mamaaaaaa"
"qué? qué pasa?"
"Tenías una pesadilla, quería ayudarte, como haces tú. Yo te cuido, mami!"
"qué? una pesadilla?...ahh..sí, ya sabes que mami últimamente tiene sueños raros, pero no te preocupes que ya estoy bien. Pero eres un encanto...aiiinsss cómo te quiero!" le dije a mi hija dándole un fuerte abrazo, sudando y aún perturbada por el sueño que había tenido. Un sueño que se repetía últimamente estos días. Un sueño que mis hijos confundían con pesadillas por mis pequeños gritos, jadeos y gemidos. Algo totalmente comprensible en sus inocentes mentes.

Pero no era una pesadilla, eran mis mejores experiencias sexuales desde hacía tiempo. Soñaba con él, soñaba con aquel día en que lo vi en acción, soñaba que yo era ella, que me poseía en el almacén. A veces llegaba al orgasmo durante el sueño, otras me despertaba a punto, sudando y temblando y acababa con mi mano. Aquel día se había destapado algo en mi, un deseo pasional que recorría mis huesos. No era amor de colegiala, era simplemente deseo sexual. ¿Cómo podía ser que me pasara esto a mi?

Cada mañana desde que tuve el primer sueño me hacía esa pregunta. Estaba muy tranquila antes, no necesitaba sentir esto, ni necesitaba nuevas complicaciones. Pero había ocurrido y ya no podía negar más lo que sentía. A ratos me encendía, me ponía muy caliente. Y ya no sólo al pensar en él, no podía no humedecerme un poco al ver el culo prieto de un chico atractivo por la calle. Mi mente se disparaba y me lo imaginaba besándome por todo el cuerpo, por todas partes imaginables. Era insólito.

Al principio no sabía qué hacer, intentaba reprimirme y culparme por haber presenciado la escena. Después  me resigné y lo asumí. No me podía culpar de seguir lo que deseaba en ese momento, los momentos de represión por presión social los había dejado atrás. Tal vez fue en ese momento cuando recapacité, pero no estoy segura. Después de varias semanas lo decidí, iba a liberarme totalmente, no sólo asumiría mi nueva faceta, si no que la disfrutaría. Y justo ese día en el que mi hija me despertó de mi "pesadilla" le tocaba al del agua aparecer por la oficina. E iba a hacer lo necesario para que se le grabara a fuego.

Me puse una falda cortita y una camiseta de escote generoso. Para realzar mis piernas unos zapatos divinos con algo más de tacón de lo necesario para ir a trabajar. Estaba muy atractiva y me sentía arrebatadora. Al infierno con la modestia, se les iba a caer la baba a todos, especialmente a él. Para rematar me puse mi perfume favorito para cuando quiero estar muy sexy: Diamonds, de Emporio Armani. Ummm, qué bien olía, dulce y afrutado pero indistinguiblemente sensual.

Cómo buena madre y mujer hice todas mis tareas a hipervelocidad, llevé a mis hijos al cole y puede llegar a la hora al trabajo, como siempre hacía. Vi que los hombres me miraban más que de costumbre, yo era el bombón de la oficina pero ya estaban acostumbrados a mi aunque hoy se les volvia a caer a algunos la baba. Una sonrisa de pícara y de satisfacción asomó por mi cara.

Llegué a mi puesto de trabajo y me comentaron lo guapa que me había puesto, me preguntaron si iba a algún lado luego, que si todo era por un hombre. Yo no soltaba prenda pero me divertía todo el asunto aunque estaba realmente impaciente, no podía esperar a que llegara la hora. La hora de él. Del chico de mis sueños, el que me bendecía con orgasmos sin ni siquiera tocarme. Pero hoy lo haría, y tanto que lo haría. Aunque la hora no llegaba, qué lento que pasa el tiempo cuando tu máximo deseo es que pase rápido. Tengo la teoría de que el tiempo pasa inversamente proporcional a tus deseos. Si lo quieres lento pasa rápido y si lo quieres rápido pasa lento. Llegó la media mañana y no vino, llegó el medio día y no vino. A media tarde ya estaba desesperada, no iba a venir, me puse un poco de mala hostia.

Entonces oí una voz, una voz con la que había soñado, disfrutado y gozado. Era la voz de él, una voz grave, profunda y segura de si misma. Mira cara cambió, de decepcionada a ilusionada. Qué bueno era!, ¿cómo podía ser que sólo con venir más tarde me hubiese descolocado tanto? Pero yo no era tan fácil de vencer. Hoy iba a ser mi día. Apareció unos segundos después, esa sonrisa radiante junto a un cuerpo increíble. Qué brazos, qué piernas, qué pecho. ¿Cómo podía ser que ya estuviese húmeda? Esta vez pasó por al lado mío y su mirada en mi me hizo temblar. "Qué bien hueles preciosa" dijo mientras llevaba la botella a la máquina para cambiarla. Una botella de esas nos duraba entre tres semanas y un mes ya que en nuestro departamento no había mucha gente. Era el momento de empezar la acción.

Me levanté y fui hacía él que también se había puesto perfume así que acerqué mi nariz a su cuello y lo olí. "Ummm...hueles muy bien...Acqua di Gió, verdad?". Le pillé un poco de sorpresa y me encantó, y a él incluso más. Me giré para volver a mi puesto pero sólo había dado dos pasos cuando me dio un fuerte manotazo en mi duro trasero. Uff...durante un momento tuve el instinto de darle una hostia pero fue menos de un segundo. Creo que nadie le vio, ni nadie me vio como volvía a mi silla más caliente que una perra en celo. Otra vez llevaba él la iniciativa, qué maldito chico listo. Entonces fui rápidamente al lavabo que justo estaba al lado y volví en menos de un minuto. Junto a la máquina estaba él, haciendo ver se la miraba, disimulando mientras me esperaba. Me volví a sentar en la silla, me giré hacía él y abrí mis piernas para que pudiera ver que ya no llevaba las bragas. Los ojos se le abrieron de par en par y luego perdió un poco el autocontrol al poner cara de salido mientras se lamía los labios. Había conseguido retomar la iniciativa y no quería perderla de nuevo así que ataqué otra vez. Me acerqué a él, rondeándolo para llegar a la máquina de agua rozando su brazo son un dedo mío. Me puse agua en un vaso y oohhh, qué torpe que fui al tirarme por encima de mis pechos parte del agua que había en mi vaso. Mi blusa se transparentó y mis pezones no tardaron en ponerse duros y firmes. Y sentí que ya nadie podía pararme.

Con una erección algo visible, y temblándole algo la voz me dijo: "¿Así que ahora te gusta jugar? Pensé que te iba más lo de mirar desde detrás de las cajas mientras te tocas". Me quedé helada durante un momento..así que él lo sabía todo...uffff...rememorar ahora ese momento sabiendo que él era consciente de mi, que de alguna manera había actuado también para mi me excitó aún más. "Calla, guarro, y tú a tu trabajo que es reponer el agua" le dije mientras hacía ver que me había ofendido y salía del despacho destino al lugar de mis sueños: el almacén.

Sabía con una certeza casi absoluta que él iba a venir y no pasaron más de 3 minutos cuando nos encontramos a solas. Sin mediar palabra me acercó a él rodeándome con una mano mi cintura y me besó. Me besó en el cuello, en la oreja, en el hombro, en la mejilla. Y me besó en los labios. Un beso de esos que empieza tierno y suave pero que se trasforma en una tormenta de pasión desbocada. Sus manos y las mías recorriendo nuestros cuerpos, tocándonos y acariciándonos. Casi llego al orgasmo y solo era con beso! No me lo podía creer. Entonces me quitó la falda y de manera vasi violenta me puso sobre la mesa en la que habían estado ellos semanas atrás. Me abrió las piernas y bajó su cabeza sobre mi coñito húmedo, y hambriento. Me dio unos cuantos besitos alrededor y cada uno de ellos era como una bala de placer. Si con el beso estuve a punto ahora lo estaba más. Y entonces rozó con su lengua mis labios y mi clítoris hinchado. Fue muy leve el roce pero grité, grité y gemí por haberme corrido. Y tan sólo fue con el primer roce. ¿Cómo podía hacer eso este chico? En ese momento ya no importaba porque, aunque había visto que me había corrido, él seguía con lo suyo. Primero su lengua recorría y acariciaba mi clítoris y lo alternava con uno de sus dedos. Ummmm...menuda sensación y contraste, me encantaba y aún sin ser multiorgásmica notaba que volvía a estar preparada. Después mientras usaba la lengua para penetrarme con ella volvía a masajear mi clítoris y labios con sus dedos. Por dios ¿cómo podía ser tan bueno? Estaba  a punto de explotar, sólo necesitaba el toque final. Y bien que lo supo hacer, ahora volvía a lamerme mi botoncito y con varios dedos de su mano que había introducido en mi vagina apretaba durante un tiempo variable mi punto G. La intensidad del orgasmo que tuve hizo que el primero fuera poca cosa, nímio comparado. Mis piernas temblaron como nunca lo habían hecho, y sudaba como si en una sauna estuviese.

Riinngggg, ringggg...sonó su móvil antes de que él respondiera. Por la cara que puso parecía algo importante. "Nena, hoy te has llevado lo tuyo, te tengo que dejar pero que sepas que yo quiero lo mío...en otro momento". Me dio un pico en los labios y se marchó. Así que ahí estaba, después de tener el mejor orgasmo en mi vida, sin poder caminar por el tembleque de mis piernas y sin poder "darle lo suyo".

Pero no me preocupé, hoy no sería, pero se lo daría...sabía que se lo daría...sólo tenía que dejarme llevar.