martes, 7 de diciembre de 2010

La enfermera

Hace un tiempo me lesioné y me rompí una pierna. Podría decir que había sido mientras practicaba parapente, rafting o mientras corría con mi coche de carreras pero sería una gran mentira ya que nunca he practicado esos deportes ni tengo un coche de competición. Pero me da un poco de vergüenza decir que simplemente que me caí por las escaleras por mirar a la vecina.

Aunque no sea algo muy grave mientras te curas de algo así estás bastante limitado ya que no puedes valerte por ti mismo, ni hacer las cosas más simples como hacer la comida, ir al trabajo o ducharte. Afortunadamente existe una ayuda del estado que te facilita unas horas al día una enfermera-asistente, para controlar un poco la evolución del paciente y para ayudarlo en algunas cosas básicas de la casa. Así que solicité la ayuda y me la concedieron. Al día siguiente tendría alguien que me iba a ayudar un poco en las nuevas dificultades del día a día.

Y llegó el día siguiente, a la hora prevista picaron al timbre y no sin dificultades pude ir a abrir: ¿Quien es? Soy la enfermera, dijo una voz femenina con pinta de salir de un cuerpo más joven del que imaginaba. Mientras subía me puse un poco nervioso, yo esperaba una mujer mayor, no bien tratada por los años o incluso podría haber sido un hombre. Pero esa bonita voz me hizo cambiar e imaginarme algo diferente. En mi mente bailaban imágenes de enfermeras sexys pero, mientras se me hacía eterno el eco de sus zapatos en la escalera, quise quitarme esas ideas.

Un zapato pegado a una bonita pierna apareció en mi horizonte visual mientras mis pulsaciones se disparaban. Pum-pum......pum-pum. Detrás de ese zapato apareció el resto un cuerpo resguardado por una bata blanca que no podía hacer mucho para ocultar sus formas. Pum-pum..pum-pum latía mi corazón más fuerte. Me habían asignado a una chica playboy como enfermera, sólo faltaban unos escalones y me había quedado sin habla y completamente rojo. Y para rematar mientras se acercaba empecé a saborear un olor maravilloso que provenía de ella. Naranja...sí, olia a naranja y azahar. Delicioso y sensual.


"Hola!, soy Natalia, me han asignado para cuidarte. Puedo pasar?"......"hola? estás bien?"...."Cccclaro, pasa, pasa" le contesté después de haber recuperado el habla y pensando que no sería tan bonito si esto me iba a pasar más veces, viendo su hermosura sin poder hacer nada. Al sentarme en el sofá ella me ayudó, me levantó la pierna y la posó sobre una mesita con un cojín que tenía, rozándome suavemente con su mano mi rodilla y mirándome sonriendo mientras una nueva tonalidad de su perfume era descubierta, jazmín. Ese simple roce combinado con su fragancia y aroma hizo que se me pusiera la carne de gallina y recorriera por todo mi cuerpo un delicioso escalofrío.

Luego estuvo un rato ordenando un poco la casa, que falta le hacía, mientras yo leía un libro. La verdad es que no me sentía totalmente cómodo dejando que ella hiciese mi trabajo, pero supongo que por eso la pagaba el estado que somos todos. Tampoco me podía concentrar mucho rememorando ese instante en el cual nuestros cuerpos se rozaron. Natalia era realmente atractiva, con unas curvas muy sensuales y, mientras leía 4 veces la misma línea, me imaginaba escenas bastante subidas de tono. Al cabo de un rato volvió y me dijo que era hora de la ducha que le indicara dónde tenía las toallas y el albornoz.

De 0 a 100 en 4 segundos. Mi corazón supo lo que se siente al acelerar como un superdeportivo. Iba a ayudarme a duchar. Ella. La chica que con sólo mirarla y olerla hacia que me pusiera nervioso y que una parte de mi cuerpo se endureciese. No podría disimular mi excitación, sólo de pensarlo la cosa se agravaba. Mientras hacía vanos esfuerzos por controlarme vino ella y me dijo: "Preparado? Lo tengo todo listo y dispuesto". Yo sólo logré decir: "eeeeee es igual, yyyyaaaa me ducharé otro día, no importa, es serio" a lo cual ella no hizo caso y me ayudó a ir al baño aún a pesar de mis negativas. Entramos con mi sangre concentrada en dos sitios, en mi cara roja como un tomate y mi pene semi erecto. Ella me miró, me observó y evaluó y sonrió. No una sonrisa burlesca, ni de compromiso sino una pícara y encantadoramente sensual. Se acercó y me ayudó a sentarme en una baqueta especial que había puesto dentro de la ducha y empezó a desnudarme con cuidado para no hacerme daño. Fue muy quirúrgico y efectivo, se le notaba su experiencia y aquí primaba el ser cuidadoso. Mientras me desnudaba se completó el puzle olfativo, me faltaba la miel y la vainilla; definitivamente era Armani Code Woman. Delicioso.

Y allí estaba yo, sentado en medio de la ducha, con una pata fuera, desnudo y erecto. A mi lado Natalia, un bombón con una esponja en la mano y preparada para ducharme. "Me gusta tu cuerpo, debes ir mucho al gimnasio" dijo y acto seguido cogió la ducha y me mojó el pelo entre risas, como una niña traviesa. Luego el campú masajeándome el cuero cabelludo. Viendo que a ella no le importaba mi excitación (o que incluso le divertia) me limité a disfrutar, a sentir sus dedos en mi. Un poco más y me duermo de tan bien que lo hacía pero un chorro de agua fría me devolvió la consciencia. Yo se lo devolví tirandole las gotas que corrían por mi cuerpo. "Así que eres un niño travieso, no? A eso no me gana nadie" me dijo entre risas. Entonces puso jabón a la esponja y empezó a pasarla sobre mi piel. Empezó primero por los pies, por el pie más bien ya que el otro estaba fuera semioculto por la escayola. Subió por mi pierna hasta mi ingle, mi culo y mi cadera. Luego los brazos, los hombros y la espalda y el cuello. Mientras hacía todo esto se acercaba y me rozaba con sus grandes y bonitos pechos. Y no sé cuando lo había hecho pero se había desabrochado varios botones de su bata y un generoso y bonito escote asomaba para el disfrute de todos los hombres presentes, es decir, yo.

Luego otra vez con la ducha y con la mano desnuda empezó a aclararme. Pero más que eso, que se podría haber resuelto sólo con el agua, me acarició. Me acarició por los brazos, por los hombros, por el cuello. Me acarició por el pecho, por el abdomen, y por las piernas (lo que se podía). Lo hizo a consciencia y disfrutando. Disfrutando viendo mi cara, una cara de absoluta felicidad y complicidad hacía ella. Con una sonrisa y una mirada de quien goza dando placer, usando algo tan simple y tan hermoso como unas caricias. En ese momento bajó su mano hasta mi polla y siguió acariciándome. Mi miembro no podía estar más excitado, duro y venoso. Ella se agachó y acercó su boca, lamiéndomela. Yo ya estaba casi en un punto de no retorno y ella ni había empezado, de lo caliente que me había puesto todo. Empezó a chupármela ayudándose con una mano, notando mi proximidad al orgasmo. Se le veía que le gustaba, y lo hacía realmente bien. Mi polla en su boca, notando el calor en la profundidad y luego la rapidez de sus expertos movimientos. Me corrí dentro de ella y vi en su cara que le gustó, que lo había planeado así. Después de limpiarse un poco la cara me dijo: "Me ha gustado mucho, muchas gracias guapo". Eso me dejó con la boca abierta, ella sólo había hecho que dar y yo no le había dado nada y encima me daba las gracias. Vio mi cara confundida y volvió a decir: "A veces darlo todo y ver esa cara, esa sonrisa, me llena más que el mejor de los orgasmos. Gracias de nuevo".

Me secó, me vistió y se despidió para el día siguiente. Pero ese día nunca llegó, al cabo de unos días me llamaron del departamento de ayuda social que habían decidido desde arriba recortar debido y suprimir esta ayuda debido a la crisis.

No la volví a ver...fue casi uno de los mejores días de mi vida, aprendí que a veces dar es mejor que recibir...pero me faltaron sus besos.

19 comentarios:

  1. Me gustó mucho la historia, creo que estoy deseando romperme una pierna ;)

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  2. Muchas gracias anónimo :)

    Pero mejor que no te la rompas, confía en mi.

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  3. Quería decir anónima....ya me parecía raro a mi :)

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  4. wowww excelente relato!!con todos sus detalles,,ufff las 2 frases del párrafo final me han encantado!! felicidades!!eres todo un maestro de la seducción imaginativa,fantasiosa y de buen gusto!!

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  5. :) al final me lo voy a creer un poco y todo :P

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  6. oohh!!! que bonita la frase final!!!!! :) me ha gustado muchoooo

    Ninde

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  7. muchas gracias Ninde...y es verdad..todo es mejor con besos...o al revés, todo pierde sin ellos.

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  8. Interesante relato... Ya me podía haber pasado a mi!!

    Estoy mala en casa y he llamado al médico... Desgraciadamente nada que ver con tu relato!!

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  9. Ui..recuerdo haberte contestado pero parece que no.

    La verdad es que ya me podría haber pasado también a mi! ;)

    Un beso!

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  10. Sólo una duda...por tus relatos tienes algo que ver con la casa Armani? porque menuda promoción... estoy deseando oler esos perfumes

    Gracias CL

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  11. Hola CL!

    Pues me has pillado! Me compras uno?

    un beso verdadero no virtual!

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  12. Este relato, es sin duda, de mis preferidos. Me gusta la naturalidad con la que escribes y la manera en como explicas los detalles, gráficos pero nada obscenos.
    Yo tengo una mano escayolada...ya me podría pasar lo mismo!
    Un besito ;)

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  13. Gracias F. Creo que todos pensamos lo mismo, qué fácil son estas cosas en la imaginación.

    un besito y a recuperarte!

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  14. que alguien me parta una piernaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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  15. Gracias estela, eso intenté :)

    un besito

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  16. Salva, tienes muchas opciones, las escaleras, practicar deportes de riesgo, etc. :P

    un abrazo

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  17. Me divertí muchísimo leyendo. Un Beso. El perfume lo vendés con alevosía, pero tu cuerpo y tus deseos con una humildad muy muy tentadora. Besos NACAR

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  18. Gracias NACAR...por cierto...tengo por aquí un perfume a muy buen precio...te lo dejo regalado!

    un besito!

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