miércoles, 5 de enero de 2011

Dejándome llevar

Continuación del relato de la oficinista y el aguador. Si no lo has leído es mejor que te lo leas antes que el relato a continuación.

"Mamá, mamá! Estás bien? Mamaaaaaa"
"qué? qué pasa?"
"Tenías una pesadilla, quería ayudarte, como haces tú. Yo te cuido, mami!"
"qué? una pesadilla?...ahh..sí, ya sabes que mami últimamente tiene sueños raros, pero no te preocupes que ya estoy bien. Pero eres un encanto...aiiinsss cómo te quiero!" le dije a mi hija dándole un fuerte abrazo, sudando y aún perturbada por el sueño que había tenido. Un sueño que se repetía últimamente estos días. Un sueño que mis hijos confundían con pesadillas por mis pequeños gritos, jadeos y gemidos. Algo totalmente comprensible en sus inocentes mentes.

Pero no era una pesadilla, eran mis mejores experiencias sexuales desde hacía tiempo. Soñaba con él, soñaba con aquel día en que lo vi en acción, soñaba que yo era ella, que me poseía en el almacén. A veces llegaba al orgasmo durante el sueño, otras me despertaba a punto, sudando y temblando y acababa con mi mano. Aquel día se había destapado algo en mi, un deseo pasional que recorría mis huesos. No era amor de colegiala, era simplemente deseo sexual. ¿Cómo podía ser que me pasara esto a mi?

Cada mañana desde que tuve el primer sueño me hacía esa pregunta. Estaba muy tranquila antes, no necesitaba sentir esto, ni necesitaba nuevas complicaciones. Pero había ocurrido y ya no podía negar más lo que sentía. A ratos me encendía, me ponía muy caliente. Y ya no sólo al pensar en él, no podía no humedecerme un poco al ver el culo prieto de un chico atractivo por la calle. Mi mente se disparaba y me lo imaginaba besándome por todo el cuerpo, por todas partes imaginables. Era insólito.

Al principio no sabía qué hacer, intentaba reprimirme y culparme por haber presenciado la escena. Después  me resigné y lo asumí. No me podía culpar de seguir lo que deseaba en ese momento, los momentos de represión por presión social los había dejado atrás. Tal vez fue en ese momento cuando recapacité, pero no estoy segura. Después de varias semanas lo decidí, iba a liberarme totalmente, no sólo asumiría mi nueva faceta, si no que la disfrutaría. Y justo ese día en el que mi hija me despertó de mi "pesadilla" le tocaba al del agua aparecer por la oficina. E iba a hacer lo necesario para que se le grabara a fuego.

Me puse una falda cortita y una camiseta de escote generoso. Para realzar mis piernas unos zapatos divinos con algo más de tacón de lo necesario para ir a trabajar. Estaba muy atractiva y me sentía arrebatadora. Al infierno con la modestia, se les iba a caer la baba a todos, especialmente a él. Para rematar me puse mi perfume favorito para cuando quiero estar muy sexy: Diamonds, de Emporio Armani. Ummm, qué bien olía, dulce y afrutado pero indistinguiblemente sensual.

Cómo buena madre y mujer hice todas mis tareas a hipervelocidad, llevé a mis hijos al cole y puede llegar a la hora al trabajo, como siempre hacía. Vi que los hombres me miraban más que de costumbre, yo era el bombón de la oficina pero ya estaban acostumbrados a mi aunque hoy se les volvia a caer a algunos la baba. Una sonrisa de pícara y de satisfacción asomó por mi cara.

Llegué a mi puesto de trabajo y me comentaron lo guapa que me había puesto, me preguntaron si iba a algún lado luego, que si todo era por un hombre. Yo no soltaba prenda pero me divertía todo el asunto aunque estaba realmente impaciente, no podía esperar a que llegara la hora. La hora de él. Del chico de mis sueños, el que me bendecía con orgasmos sin ni siquiera tocarme. Pero hoy lo haría, y tanto que lo haría. Aunque la hora no llegaba, qué lento que pasa el tiempo cuando tu máximo deseo es que pase rápido. Tengo la teoría de que el tiempo pasa inversamente proporcional a tus deseos. Si lo quieres lento pasa rápido y si lo quieres rápido pasa lento. Llegó la media mañana y no vino, llegó el medio día y no vino. A media tarde ya estaba desesperada, no iba a venir, me puse un poco de mala hostia.

Entonces oí una voz, una voz con la que había soñado, disfrutado y gozado. Era la voz de él, una voz grave, profunda y segura de si misma. Mira cara cambió, de decepcionada a ilusionada. Qué bueno era!, ¿cómo podía ser que sólo con venir más tarde me hubiese descolocado tanto? Pero yo no era tan fácil de vencer. Hoy iba a ser mi día. Apareció unos segundos después, esa sonrisa radiante junto a un cuerpo increíble. Qué brazos, qué piernas, qué pecho. ¿Cómo podía ser que ya estuviese húmeda? Esta vez pasó por al lado mío y su mirada en mi me hizo temblar. "Qué bien hueles preciosa" dijo mientras llevaba la botella a la máquina para cambiarla. Una botella de esas nos duraba entre tres semanas y un mes ya que en nuestro departamento no había mucha gente. Era el momento de empezar la acción.

Me levanté y fui hacía él que también se había puesto perfume así que acerqué mi nariz a su cuello y lo olí. "Ummm...hueles muy bien...Acqua di Gió, verdad?". Le pillé un poco de sorpresa y me encantó, y a él incluso más. Me giré para volver a mi puesto pero sólo había dado dos pasos cuando me dio un fuerte manotazo en mi duro trasero. Uff...durante un momento tuve el instinto de darle una hostia pero fue menos de un segundo. Creo que nadie le vio, ni nadie me vio como volvía a mi silla más caliente que una perra en celo. Otra vez llevaba él la iniciativa, qué maldito chico listo. Entonces fui rápidamente al lavabo que justo estaba al lado y volví en menos de un minuto. Junto a la máquina estaba él, haciendo ver se la miraba, disimulando mientras me esperaba. Me volví a sentar en la silla, me giré hacía él y abrí mis piernas para que pudiera ver que ya no llevaba las bragas. Los ojos se le abrieron de par en par y luego perdió un poco el autocontrol al poner cara de salido mientras se lamía los labios. Había conseguido retomar la iniciativa y no quería perderla de nuevo así que ataqué otra vez. Me acerqué a él, rondeándolo para llegar a la máquina de agua rozando su brazo son un dedo mío. Me puse agua en un vaso y oohhh, qué torpe que fui al tirarme por encima de mis pechos parte del agua que había en mi vaso. Mi blusa se transparentó y mis pezones no tardaron en ponerse duros y firmes. Y sentí que ya nadie podía pararme.

Con una erección algo visible, y temblándole algo la voz me dijo: "¿Así que ahora te gusta jugar? Pensé que te iba más lo de mirar desde detrás de las cajas mientras te tocas". Me quedé helada durante un momento..así que él lo sabía todo...uffff...rememorar ahora ese momento sabiendo que él era consciente de mi, que de alguna manera había actuado también para mi me excitó aún más. "Calla, guarro, y tú a tu trabajo que es reponer el agua" le dije mientras hacía ver que me había ofendido y salía del despacho destino al lugar de mis sueños: el almacén.

Sabía con una certeza casi absoluta que él iba a venir y no pasaron más de 3 minutos cuando nos encontramos a solas. Sin mediar palabra me acercó a él rodeándome con una mano mi cintura y me besó. Me besó en el cuello, en la oreja, en el hombro, en la mejilla. Y me besó en los labios. Un beso de esos que empieza tierno y suave pero que se trasforma en una tormenta de pasión desbocada. Sus manos y las mías recorriendo nuestros cuerpos, tocándonos y acariciándonos. Casi llego al orgasmo y solo era con beso! No me lo podía creer. Entonces me quitó la falda y de manera vasi violenta me puso sobre la mesa en la que habían estado ellos semanas atrás. Me abrió las piernas y bajó su cabeza sobre mi coñito húmedo, y hambriento. Me dio unos cuantos besitos alrededor y cada uno de ellos era como una bala de placer. Si con el beso estuve a punto ahora lo estaba más. Y entonces rozó con su lengua mis labios y mi clítoris hinchado. Fue muy leve el roce pero grité, grité y gemí por haberme corrido. Y tan sólo fue con el primer roce. ¿Cómo podía hacer eso este chico? En ese momento ya no importaba porque, aunque había visto que me había corrido, él seguía con lo suyo. Primero su lengua recorría y acariciaba mi clítoris y lo alternava con uno de sus dedos. Ummmm...menuda sensación y contraste, me encantaba y aún sin ser multiorgásmica notaba que volvía a estar preparada. Después mientras usaba la lengua para penetrarme con ella volvía a masajear mi clítoris y labios con sus dedos. Por dios ¿cómo podía ser tan bueno? Estaba  a punto de explotar, sólo necesitaba el toque final. Y bien que lo supo hacer, ahora volvía a lamerme mi botoncito y con varios dedos de su mano que había introducido en mi vagina apretaba durante un tiempo variable mi punto G. La intensidad del orgasmo que tuve hizo que el primero fuera poca cosa, nímio comparado. Mis piernas temblaron como nunca lo habían hecho, y sudaba como si en una sauna estuviese.

Riinngggg, ringggg...sonó su móvil antes de que él respondiera. Por la cara que puso parecía algo importante. "Nena, hoy te has llevado lo tuyo, te tengo que dejar pero que sepas que yo quiero lo mío...en otro momento". Me dio un pico en los labios y se marchó. Así que ahí estaba, después de tener el mejor orgasmo en mi vida, sin poder caminar por el tembleque de mis piernas y sin poder "darle lo suyo".

Pero no me preocupé, hoy no sería, pero se lo daría...sabía que se lo daría...sólo tenía que dejarme llevar.

4 comentarios:

  1. Felicidades, buen relato, me ha gustado como narras ese deseo que crece de tenerlo contenido por mucho tiempo, y el encuentro es muy sexy ambos luchado por llevar la iniciativa, creo que así debe ser un “plan” de encuentro, hasta allí, el planear es prepararse, imaginarse, avivarse pero en el momento DEJARSE LLEVAR, esa espontaneidad es deliciosa, esas sorpresas son las emocionantes como la q nos llevamos al enterarse q el chico se sabía observado aquella tarde, q rico! Sigue escribiendo, besos

    Sac, yo me pregunto a que olerá un sacerdote de tan bella diosa...

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  2. Pues durante un tiempo Acqua di Gió :P Pero lo perdí, me tengo que comprar un perfume nuevo ahora.

    Un beso labios

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  3. Enhorabuena! estoy deseando leer el siguiente!!Creo que la naturalidad con la que escribes es la clave para que parezca tan real y excitante.

    Felicidades.
    Un beso.

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  4. Muchas gracias L....pero piensa que voy a relato por mes o incluso más que soy un poco perrillo :P

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